jueves, octubre 14, 2004

Le rafiot misérable
Regardez autour de vous, et regardez-vous vous-même: le monde grouille d'assassins, c'est-à-dire, de personnes qui se permettent d'oublier ceux qu'ils ont prétendu aimer. Oublier quelqu'un: avez-vous songé à ce que cela signifiait ? L'oubli est un gigantesque océan sur lequel navigue un seul navire, qui est la mémoire. Pour l'immense majorité des hommes, ce navire se réduit à un rafiot misérable qui prend l'eau à la moindre occasion, et dont le capitaine, personnage sans scrupules, ne songe qu'à faire des économies. Savez-vous en quoi consiste ce mot ignoble ? A sacrifier, quotidiennement, parmi les membres de l'équipage, ceux qui sont jugés superflus ? Les salauds, les ennuyeux, les crétins ? Ceux qu'on jette par-dessus bord, ce sont les inutiles - ceux dont on s'est déjà servi. Ceux-là nous ont donné le meilleur d'eux-mêmes, alors, que pourraient-ils encore nous apporter ? Allons, pas de pitié, faisons le ménage, et hop ! On les expédie par-dessus le bastingage, et l'océan les engloutit, implacable. Et voilà, ma chère mademoiselle, comment se pratique en toute impunité le plus banal des assassinats.

Hygiène de l'assassin, Amélie Nothomb

martes, octubre 05, 2004

Luna de abajo

Luna de abajo,
en el fondo del pozo,
blanca en la bocamina,
inmóvil
en las aguas del río
que no pueden llevarla
-a ella, tan ligera-
en su corriente.

Luna
que no refleja al sol
sino a sí misma,
igual que un sueño que engendrase un sueño.

Luna de abajo,
luna por los suelos
para los transeúntes de la noche,
que vuelven a sus casas cabizbajos.

Luna entre el barro, entre los juncos, entre
las barcas que dormitan en los puertos;
luna
que es a la vez mil lunas y ninguna,
evanescente, mentirosa luna,
tan próxima a nosotros, y no obstante
aún más inalcanzable que la otra.

Ángel González

miércoles, septiembre 15, 2004

El Doctor Alban

A Antonio se le murió el papá en octubre, pero en diciembre el difunto aún recibió algunas felicitaciones de navidad que él, diligente, sobreponiéndose al dolor, trató de responder tan bien como supo: les contaba que era el hijo de Don Alberto y que se encontraba en la dolorosa situación de tener que comunicarles que éste había fallecido recientemente, que lamentaba tener que darles tan penosa noticia y que en nombre de la familia agradecía igualmente los buenos deseos. En respuesta a tan dolidos billetes recibió las correspondientes condolencias que, en un tono elegante y formal, trataban de esconder lo embarazoso del equívoco. Sólo quedó una felicitación sin responder, que no llevaba remitente: "Felices Fiestas y próspero Año Nuevo le desea El Doctor Alban", decía; y luego timbrado, un número de teléfono.

En un primer momento Antonio no quiso llamar, pero al cabo de unos meses, hacia marzo debió ser, tropezó con ella de nuevo y se sintió con ánimos de hacerlo. Respondió una voz de mujer. Él se presentó, dijo que llamaba de parte de Don Alberto Angulo y preguntó por el Dr. Alban. La mujer se disculpó pero aseguró que no podía ponerle en comunicación con el Doctor. A medida que Alberto insistía crecía también la inverisimilitud de las excusas que ponía la mujer del teléfono; y así hasta que él se dio por vencido y le pidió a la mujer que, al menos, tuviese la bondad de hacerle llegar un recado al Doctor: le contó que él no conocía personalmente al Dr. Alban, pero como éste año también recibieron la felicitación de Navidad de su parte, igual que había llegado puntualmente cada año hasta donde le llegaba la memoria, temía que el Dr. no estuviese enterado que, en noviembre, su amigo, el papá de él, murió.

Al otro lado se hizo el silencio, pero al rato, como liberados después de una represión momentánea, sonaron estrepitosos unos terribles sollozos que desarmaron a Antonio; de la irritación pasó a la simpatía de saber la propia pena compartida. La mujer le contó entre mocos que Don Alberto había sido un muy buen cliente suyo, y ante la insistencia de Antonio en defender la férrea salud que siempre tuvo su padre, que hasta el día de su muerte nadie le había conocido un catarro, la mujer tuvo que admitir entre lágrimas que el Dr. no era tal, que ni era médico ni tan siquiera existía, que los males que trataban en casa del Dr. Alban eran de otra índole. Marielita le contó que había regentado ésa institución desde hacía años, seguramente desde antes de que Antonio naciera, y que Don Alberto siempre se había portado como un caballero con ella y con las chicas, y hasta que cuando una de ellas murió de malas fiebres, su papá se había encargado de recoger entre los pacientes del Dr. el dinero para costear el precio de un nichito bastante digno.

Después de recordar, emocionados, las bondades del difunto Don Alberto, Antonio se despidió prometiendo que cuando le subiera un poco el ánimo iría a visitarse a casa del Dr. Antan; ella le dijo que tan pronto llamase le tendría preparada la mejor pelada, y que podía estar seguro que con los cuidados de Marielita no quedaría sin volver aunque fuese tan exigente y vital como su padre, en paz descanse el pobritico.

domingo, junio 20, 2004

Per l'arabo deserto Maometto
Solo e pensoso passegiava un dì ;
Da l'infocate arene il capo eretto,
Una vipera al piede lo ferì.

Ma fu vana l'offesa. Ella di rabbia
Le mortifere gocchie al suol schizzò ;
N'ebbe schifo il profeta e nella sabbia,
Umida ancora di velen, sputò.

Da quell'intrisa polve ecco salire,
Per novo incanto, del tabaco il fior :
Tossico lento che ne fa morire,
Divina essenza che consola il cor.

Ricardo Pitteri (1853-1915)

miércoles, mayo 26, 2004

Reclama les imatges:
les coses que de nen
sabien traspassar-te
de paradís cruel.


Gabriel Ferrater

P.S. Enviat per n'Alex.

martes, abril 13, 2004

Acabo de añadir un par de Links a “Luna en el agua”:

- Oulipo: Alex me hablo hace poco del método descrito en esta pagina. Sitio web dedicado a “Ouvrier de Literature Potentielle”; un método de taller de escritura creado entre otros por Raymond Queneau (“Doukipudonktan!”). " Prenez un mot, prenez-en deux faites cuire comme des œufs, prenez un petit bout de sens puis un grand morceau d'innocence, faites chauffer à petit feu au petit feu de la technique, versez la sauce énigmatique saupoudrez de quelques étoiles, poivrez et puis mettez les voiles. Où voulez-vous donc en venir ? A écrire vraiment ? à écrire ? " Raymond QUENEAU.

- Escriptors en Llengua Catalana: Me acabo de topar con esta web que puede resultar interesante.

Chau,

Oscar

jueves, abril 08, 2004

Notas del administrador de “Luna en el agua”:
· Animo a una participación libre, irresponsable y duradera. (Pero no como ciertas libertades.)
· Se os anima a enviar links a paginas gueb que puedan resultar interesantes, sobre todo las referentes a cine y literatura.
· Hablad de este blog a amigos, amigas, amantes entre sabanas sin sabanas da igual.

Buen fin de semana,

Oscar

jueves, abril 01, 2004

Buenas a todos,

Estoy añadiendo links de temas diversos a la pagina web. Si quereis proponer alguna website interesante, adelante!!!

Hasta luego,

Oscar
Benvinguts a "Luna en el agua"!